Los daños que se observan en los árboles por efecto de las bajas temperaturas son: necrosis apicales de los brotes, defoliación, resquebrajamiento de la corteza en ramas y tronco. Las hojas especialmente las más jóvenes, adquieren un tono verde pálido y se curvan transversalmente hacia el envés.

Especialmente importante, en este sentido, es la aparición de empresas que se ocupen de los "nuevos negocios" derivados de la gestión de los residuos y subproductos del olivar como generadores de valor añadido: obtención de energía eléctrica y aplicaciones industriales a partir de los restos de la poda y alpeorujo, obtención de carbono activo a través del hueso de la aceituna, aprovechamiento de la hoja del olivo y del alpechín, etc.